Smokin’ Gun Eau de Parfum

Smokin’ Gun Borntostandout Eau de Parfum Unisex

Esta fragancia te transporta a un bar clandestino escondido, con el aire cargado de un humo potente, casi medicinal, y un toque de pólvora.

Comienza con un golpe para los sentidos: campari amargo, un toque de ron especiado y una punzada cítrica lo suficientemente intensa como para atravesar la neblina.

Pero un humo diferente persiste debajo: el ahumado denso y terroso de un whisky con un intenso toque de turba.

Al asentarse, la turba cobra protagonismo.

Imagina el mejor whisky de malta de Islay, con su ahumado no de madera, sino de antiguas ciénagas, entrelazado con una densa y arremolinada nube de incienso.

Esto no es una fogata, es una hoguera de opulencia: cuero desgastado, roble noble, un toque de canela.

Sin embargo, tiene una esencia salvaje, un persistente toque a pólvora que susurra una indulgencia indomable.

En el fondo, la fragancia revela una base intensamente lujosa.

La fina madera de cedro de Virginia y el aterciopelado tabaco de los Balcanes se combinan, su humo se entrelaza con turba implacable y un toque de rebeldía.

Una cremosa vainilla y un suave sándalo perduran en la piel, una ligera dulzura en medio de una neblina persistente que evoca una costa salvaje y una indulgencia indomable.

Esta fragancia no es para los cautelosos.

Es para quienes anhelan la emoción de lo desconocido, la embriagadora ráfaga de un mundo donde lo familiar ha quedado atrás.

Es para quienes encuentran la belleza en la potencia pura, la complejidad y la audacia.

INSPIRACIÓN

AMOR ALREDEDOR DE LA FOGATA.

WHISKY CON EXTREMADAMENTE TURBA Y ESPECIADO EN EL BOSQUE HÚMEDO.

Smokin’ Gun evoca una atmósfera de lujo prohibido, glamour nocturno y un toque de emocionante peligro.

Olvídate de las acogedoras fogatas: esta fragancia te transporta a una trastienda secreta donde hay mucho en juego y las reglas están hechas para romperse.

El ahumado con toques de pólvora susurra acuerdos cerrados y secretos compartidos.

El intenso whisky habla de apuestas audaces y fortunas ganadas o perdidas.

El incienso insinúa rituales susurrados en rincones oscuros, una sensación de misterio que perdura mucho después del último sorbo.