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NECESITAMOS ANTI OXIDANTES

Antes de nada, veamos qué es la oxidación. En el ambiente existen de forma natural radicales libres. Son moléculas de oxígeno a las que les falta un electrón. Algunos se producen de forma natural al respirar. Otros son resultado de la radiación UV, el tabaco, la contaminación…  Si recuerdas lo que aprendíamos en clase de química, las moléculas siempre buscan el equilibrio. Si les falta un electrón, van a buscar alguna otra de la que tomarlo prestado. Y su víctima favorita colágeno.


Nuestro organismo dispone de enzimas antioxidantes capaces de neutralizar esos radicales libres. Pero cuando son demasiados hace falta un aporte extra. En el caso de la piel, los que mejor funcionan son los que se aplican de forma tópica.

Así funcionan los antioxidantes

Los antioxidantes actúan ‘cediendo’ a los radicales libres ese electrón que les falta. Para entendernos: se ‘inmolan’ para evitar daños mayores en el organismo. Cuanto más nos expongamos a un ambiente con alto índice de oxidación – por ejemplo, ciudades muy contaminadas o jornadas de larga exposición al sol – más debemos incluir los antioxidantes en nuestra rutina de belleza y en nuestra alimentación.


¿Son iguales todos los antioxidantes?

Aunque todos los antioxidantes tienen en común que detienen la oxidación producida por los radicales libres, cada antioxidante presenta funciones y características diferentes. Puede ser prevenir la formación de manchas, potenciar la creación de colágeno, salvaguardar funciones vitales de las células... Por ejemplo, los polifenoles de la uva cabernet, presentes en la máscara revitalizante Visible Difference Peel and Reveal, de Elizabeth Arden  previenen el deterioro del colágeno. En este caso, se combinan con hidroxiácidos alfa y beta para generar una ligera exfoliación y mejorar la hidratación.


La vitamina C: luminosidad y anti flacidez

La vitamina C es el más completo de los antioxidantes. Y uno de los favoritos de los dermatólogos. Suele presentarse bajo la forma de ácido ascórbico y se deteriora con facilidad al darle la luz o el aire. Por eso siempre se vende en envases opacos que debemos cerrar inmediatamente después de su uso. Fíjate en la concentración del activo: cuanto mayor sea, mayor también será su eficacia. El Serum Perfect ’C’, de 3LAB contiene un 20% de Vit C, un porcentaje altísimo.

El ácido ascórbico o vitamina C cumple varias funciones indispensables para frenar el envejecimiento y lucir una piel perfecta.

  • Antioxidante. La luz ultravioleta genera radicales libres que deterioran la piel y provocan arrugas y manchas. La vitamina C neutraliza su la acción convirtiéndose en un potente activo antiedad.
  • Firmeza. Para producir colágeno y elastina, el fibroblasto necesita vitamina C. Estas proteínas son las responsables, respectivamente, de la firmeza y elasticidad de la piel. Por tanto, aplicar de forma diaria la vitamina C de forma tópica nos asegura una piel jugosa, firme y tersa.
  • Protege del fotoenvejecimiento. La radiación UV deteriora la capacidad de producir colágeno y elastina. La vitamina C compensa esta pérdida, asegurándonos que la exposición al sol no va a traducirse en arrugas o flacidez. Por eso suele considerarse como un activo ‘escudo’ frente al sol.
  • Exfoliante. Favorece una ligera eliminación de células muertas. Al ser células con cierta pigmentación, la piel se ve más clara, luminosa y de aspecto homogéneo.
  • Antimanchas. No elimina las existentes, ya que se encuentran a nivel más profundo, pero sí evita que se formen nuevas manchas y regula la producción ordenada de melanina. Esto se consigue por una doble vía. Por un lado, la vitamina C inhibe la enzima tirosinasa, responsable de la hiperpigmentación o formación desordenada de pigmentos de melanina. Por otro, protege la P-fenil-pirúvico-oxidasa, una sustancia implicada en el metabolismo de la tirosina, el aminoácido que activa la producción de melanina. En otras palabras: actúa como un policía de tráfico, asegurándose que la piel produce melanina de forma ordenada para protegernos del sol, pero sin dar lugar a manchas.
  • Efecto flash. Aporta luminosidad al instante. Esto nos da ese aspecto de ‘buena cara’ o ‘rostro limpio’ de forma inmediata. Con las ampollas de vitamina C, de La Cabine, los efectos son visibles a los 39 minutos y se prolongan durante unas horas.
  • Protege frente al cáncer de piel. Al exponernos al sol, la piel sufre alteraciones en su ADN que pueden acabar en un cáncer de piel. La vitamina C previene estos cambios precancerosos. De hecho, pese a que parezca lo contrario, la mejor barrera frente al sol es una combinación de vitamina C y un filtro solar alto (FPS 30 ó 50).
  • Acción aftersun. Tras una exposición prolongada al sol, la vitamina C evita los daños solares y mejora la reparación cutánea. Si vas a tomar el sol, conviene incluir un sérum de vitamina C también en tu rutina nocturna.


El cuerpo es incapaz de producir y almacenar este antioxidante. Hay que ingerirlo a través de la dieta diaria, por ejemplo, con cítricos, kiwi, pimiento rojo… En el caso de la piel, es más eficaz aplicado de forma tópica y diaria. La importancia de la vitamina C es tal que para su línea C+C los laboratorios Natura Bissé cuentan con MacroAntioxidantes® patentados por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC): un cóctel de vitaminas con un 50-70% de la capacidad antioxidante de esta fruta. El ingrediente más destacado, obviamente, es la vitamina C.
 

Vitamina C y sol, ¿hay que evitarlo?

La vitamina C es fotosensibilizante. Esto significa que si nos exponemos al sol puede causarnos manchas en la piel. Por esta razón durante mucho tiempo se ha limitado su uso a la noche. Hoy los dermatólogos coinciden: la mejor protección solar es un filtro solar alto y una crema o un serum de vitamina C. ¿Por qué? El filtro solar no es capaz de detener la acción de todos los radicales libres. La vitamina C potencia esa función antioxidante siempre que actúe en simbiosis con un buen fotoprotector.

Acostúmbrate a incluir un protector solar urbano en tu rutina matinal diaria los 365 días del año y podrás beneficiarte de los efectos anti envejecimiento de la vitamina C. Si sueles olvidarlo, mejor úsalo solo por la noche.


El ácido ferúlico: el complemento perfecto de la vitamina C

El ácido ferúlico se extrae de las frutas, semillas o hierbas, en especial, de moras y aceitunas. Sus funciones son similares a las de la vitamina C:

  • Antioxidante
  • Previene el fotoenvejecimiento prematuro
  • Antimanchas
  • Estimula la síntesis de colágeno
  • Hidrata en profundidad

Los cosméticos que se formulan con una combinación de ácido ferúlico y vitamina C multiplican los efectos antioxidantes de ambos. En concreto, pueden llegar a neutralizar hasta un 80% de los radicales libres y a reducir los daños por fotoenvejecimiento hasta un 40%. En cuanto a su capacidad para evitar las manchas, juntos inhiben la actividad de la tirosinasa en un 47,5%.

¿Dónde puedes encontrar juntos la vitamina C y el ácido ferúlico?

Nuestro sérum antioxidante Skin Lux Elixir Antiox Revitalizer, de Júlia, alía a estos dos potentes antioxidantes. Por su porcentaje de anti oxidantes, actúa como una verdadera cura para tu piel.

Si todavía no has incluido anti oxidantes  en tu rutina de belleza, ya es tiempo de que lo hagas. ¡Estarás invirtiendo en juventud!